Es una enfermedad crónica y se considera una adicción de las más habituales y peligrosas, ya que por lo regular termina con el fallecimiento de quien la padece. La afección se caracteriza por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual ocasiona problemas físicos, mentales, emocionales o sociales, entre otros.
Consideraciones
El alcohol es la droga más antigua y de mayor uso en el mundo. Se estima que 15 a 20% de las consultas recibidas por los médicos de cabecera son atribuibles al alcohol o a sus consecuencias; el abuso de esta sustancia puede originar serios problemas de salud, incluso cirrosis (destrucción del hígado), demencia y daño a los músculos del corazón (cardiomipatía). Los alcohólicos tienen mayor riesgo de accidentes, especialmente cuando están ebrios (borrachos). El alcoholismo afecta seriamente la relación del alcohólico con su familia, limita las aspiraciones profesionales del individuo y, sin no se recibe tratamiento a tiempo, finalmente ocasiona la muerte.
Causas
No se ha identificado una causa específica que genere la dependencia al alcohol. Sin embargo, se han propuesto algunos factores que pueden contribuir a que ésta se genere como son: las amistades, algún familiar alcohólico, ansiedad, baja autoestima, estrés, infelicidad, entre otros.
Manifestaciones
Los afectados pueden presentar algunas de las siguientes características:
- Beber alcohol dos o tres veces a la semana
- Tomar solo o a escondidas
- Dejar pendientes compromisos o actividades por beber
- Necesidad de tomar alcohol para estar tranquilo
- Llegar con frecuencia a la embriaguez
- Tener problemas familiares, sociales o laborales debido a las consecuencias de beber
- Problemas sexuales en el hombre (alteraciones en la erección)
- Falta de menstruación (sangrados mensuales en la mujer)
- Alteraciones en el tracto gastrointestinal (agruras, sangrado, dolor)
- Anemia (palidez)
- Desnutrición
Si usted presenta algunas de estas manifestaciones acuda con algún grupo de autoayuda
Diagnóstico
Las consecuencias adversas asociadas al consumo excesivo de alcohol deben poner en alerta a los amigos o familiares. El paciente acude al médico no por el beber demasiado si no por alguna otra manifestación como: daño en el aparato digestivo (esófago, estómago, páncreas o hígado), así como trastornos en el corazón, de la sangre o de los músculos, por mencionar algunos. Su médico puede aplicarle un cuestionario que lo orientará para saber si presenta esta alteración.
Tratamiento
El afectado primeramente debe aceptar que el alcohol le está afectando su salud, para que pueda recibir ayuda. Se han intentado varias maneras de tratar esta enfermedad, pero la más eficaz ha sido la asistencia del individuo y de sus familiares a los grupos de autoayuda (alcohólicos anónimos) u otras agrupaciones similares. Cuando se presenta intoxicación aguda o síndrome de abstinencia, se puede requerir tratamiento médico de desintoxicación, para lo cual se utilizan fármacos y posteriormente se inicia la rehabilitación. Los complementos alimenticios son de utilidad para restablecer el vigor físico.