1. La menos frecuente y más extrema es la autoagresión mayor, la que generalmente resulta en desfiguraciones permanentes (como castración, amputación de miembros, extracción de los ojos, etc.). Normalmente está asociada a estados psicóticos.
2. Otro tipo es la autolesión estereotípica, que incluye acciones como golpearse la cabeza rítmicamente contra una pared, morderse, etc. Este tipo de autolesión se presenta principalmente en personas con retraso mental, autistas o psicóticas.
3. El tercer tipo (y el más común) es la autolesión superficial o moderada. Este tipo de autolesión incluye cortarse, quemarse, rascarse hasta sangrar, arrancarse el pelo, quebrarse huesos, pegarse, interferir con la cicatrización de heridas y casi cualquier método en que uno mismo se inflija daño físico. En estudios clínicos y encuestas, se ha demostrado que el acto más común es el de cortarse y los lugares más comunes son las muñecas, la parte superior de los brazos y el interior de los muslos. Muchas personas utilizan más de un método para herirse, sin embargo prefieren uno sobre otros y casi siempre el daño es en los mismos lugares corporales.